Este 24 de noviembre llega uno de los estrenos más esperados para conquistar las pantallas: Napoleón, un largometraje de Ridley Scott; a quien se le atribuyen otros títulos como Blade Runner, Prometheus o Gladiator. En esta nueva entrega, el director británico resucita una de las figuras más emblemáticas del imperialismo europeo: Napoleón Bonaparte. A pesar de que el rodaje de esta película se desarrolló en Reino Unido y en Malta, existen ciertos puntos de París en los que originalmente quedaron marcadas las huellas del paso del emperador.
A través del lenguaje cinematográfico en formato de drama histórico, Scott recrea los episodios más importantes de la biografía del líder francés y aborda cuestiones como la toma de poder o su compleja relación con la Emperatriz Josefina. En esta ocasión, los responsables de meterse en la piel de estos perfiles son Joaquin Phoenix y Vanessa Kirby. Estas son algunas de las localizaciones más relevantes asociados a su historia:
castillo de Malmaison
Ubicada a unos doce kilómetros de la capital parisina, esta mansión funcionó como sede gubernamental entre los años 1800 y 1802, junto con las Tullerías. Sus interiores fueron testigos de bailes, fiestas exclusivas, representaciones de teatro y reuniones políticas. En esta residencia se refleja, además, el deseo de Josefina de plasmar su nostalgia por el lugar que la vio nacer: la isla antillana de Martinica. Esta intención se materializó en los jardines, en los que quiso incorporar especies de flora y fauna que no eran comunes en el continente europeo.
Tras el divorcio de la pareja, Napoleón cedió esta vivienda a Josefina, quien permaneció en ella hasta su fallecimiento en la habitación oval en mayo de 1814. La biblioteca de madera de caoba donde solía trabajar El Pequeño Cabo es una de las estancias más reseñables de Malmaison. El legado de su reinado aparece expuesto en forma de una vasta colección de arte, mobiliario y armas. Recientemente, se ha habilitado una sección que rememora los seis años del exilio de Bonaparte en Santa Helena.

PALACIO DE LAS TULLERÍAS
Construido por capricho de Catalina de Médici y residencia real de monarcas como Enrique IV o Luis XIV, entre otros. Durante la época del imperialismo, se convirtió en la morada de Napoleón desde 1802. Ya en 1811 y en las mismas instalaciones arribó al mundo el hijo concebido junto a María Luisa de Austria: Napoleón II, aclamado como el Rey de Roma.
El palacio conoció de primera mano los efectos del descontento feroz de la clase obrera, quienes le prendieron fuego durante la Comuna de París (1871) y destruyeron por completo este centro político francés. De este conjunto solo quedan los jardines anexos (muy próximos al Museo del Louvre), clasificados como monumento histórico en 1914 y reconocidos como Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1991.

Catedral de Notre-Dame
Uno de los hitos que se dieron en este edificio religioso fue la lujosa ceremonia en la que Napoleón I se autocoronó como Emperador de los franceses en el año 1804. Este suceso quedó retratado en la famosa obra pictórica Jacques-Louis David, creada a petición del propio Bonaparte. En la estructura de esta catedral se aprecia la influencia de la arquitectura gótica, con coloridos rosetones, bóveda de crucería y abundante ornamentación.

CASTILLO DE FONTAINEBLEAU
Lugar de luces y sombras. En él, el Emperador ascendió al poder y expandió su impacto en la vida política de Francia, y también hizo oficial su abdicación y con ella, renunció a su imperio. En su momento, Bonaparte la transformó en su segunda residencia campestre. Constituye todo un símbolo de ostentosidad que se despliega por sus 1.500 habitaciones de sofisticados interiores.

Arco de Triunfo
Levantado por orden del Emperador entre 1806 y 1836 para celebrar la victoria en la batalla de Austerlitz. La fachada oeste de este monumento se emula una de las grandes hazañas ocurridas durante la contienda, cuando las tropas napoleónicas rompieron el hielo del lago congelado y empujaron a la muerte a los soldados rusos.

LOs INVÁLIDOS DE PARÍS
El rey Luis XIV lo mandó edificar como alojamiento para los soldados heridos en guerra, a modo de agradecimiento por su servicio a la monarquía. Su interior alberga el Museo del Ejército de París, que reúne numerosos uniformes y armas. Asimismo, la Iglesia de la Cúpula custodia la tumba de Napoleón I.
Crédito: Link de origem
Comentários estão fechados.